La Ribeira Sacra es una de las zonas más espectaculares de península ibérica y uno de los secretos mejor guardados de Galicia; un destino top para toda la colonia mototurística que merece visitar, recorrer y disfrutar a lomos de nuestras motocicletas.
Geográficamente está situada al sur de la provincia de Lugo y en una menor porción en su vecina Ourense, ubicándose entre los ríos Miño y Sil. Dichos ríos, sus increíbles cañones y paisajes, su extenso patrimonio sacro con la principal concentración del románico rural en Europa y como no, su famosa viticultura heroica, convierten a la Ribeira Sacra en un auténtico tesoro.

Dice el dicho popular: el Sil lleva el agua y el Miño, la fama; pues es el río Sil el que aporta el gran caudal de agua mientras que el Miño es el río más largo de Galicia; la confluencia de ambos ríos se produce en la población ourensana de Os Peares.
Los cañones formados por ambos ríos son los reclamos más famosos de la Rivoyra Sacrata y refugio de monjes y eremitas desde hace muchos siglos y la mejor forma de admirarlos es recorrerlos con nuestras motocicletas por las reviradas carreteras de ambos márgenes de cada uno de ellos y parando en cualquiera de sus numerosos miradores.

El cañón del Sil es uno de los parajes más identificativos de la Ribeira Sacra. El contraste de rocas y bosques de robles y de castaños en su parte ourensana y las vides en bancales en su vertiente lucense hacen de su recorrido un inmejorable placer para el motorista.
Si además lo acompañamos con un paseo en catamarán, disfrutaremos al máximo de su belleza y de la impresionante altura del cañón que en algunas zonas se elevan hasta casi quinientos metros en vertical sobre sus aguas del Sil.
La riqueza sacra del cañón del Sil transforma la ruta motociclista en una experiencia cultural e histórica, destacando los monasterios de Santa Cristina y de Santo Estevo, ambos ubicados en la ladera ourensana y a los que llegamos circulando por la muy revirada y boscosa carretera OU-0508.


Desde esta misma carretera, podemos acceder a varios miradores, destacando entre ellos los Balcones de Madrid y el miradoiro de Cabezoás, que nos permiten increíbles vistas del cañón.


Llegamos a la principal población ourensana de la Ribeira Sacra, Castro Candelas, cuyo casco antiguo está declarado conjunto histórico artístico y con el castillo de los Condes de Lemos, medieval del siglo XIV, como principal reclamo; desde sus murallas podremos otear el paisaje y la carretera que curva a curva se pierde por los secretos de la Ribeira Sacra.



Atravesamos el rio Sil a través del puente de Doade, entrando ya en la provincia de Lugo y comenzamos a recorrer la carretera LU-903 que atraviesa multitud de viñedos en sus escarpadas laderas y detenernos en el miradoiro de Souto Chao.

Al llevar al casco urbano de Doade, nos desviamos por la LU-P-5903 que nos va a permitir llegar a otros bellos miradores de la vertiente lucense como son el miradoiro de A Cividade y el de O Boqueiriño y que nuevamente nos van a ofrecer unas preciosas vistas desde las alturas del cañón del Sil.



Cercano al embarcadero de Os Chancis, en el interior del frondoso bosque, pero pegados a la carretera debemos visitar el conjunto de Muiños do Fabrega, situados en el curso del Regato do Camilo, el cual vierte sus aguas al Sil a través de su fervenza.




Continuamos hasta Monforte de Lemos, la capital y puerta de acceso norte de la Ribeira Sacra, fue una ciudad-fortaleza feudal construida alrededor de un monasterio, con un castillo situado sobre el estratégico monte de San Vicente y que cuenta con un extenso patrimonio que lo convierte en una parada imprescindible para visitar, entre ellos el llamado Escorial gallego.



Ahora toca dirigirnos al rio Miño, a sus meandros y riberas que nos ofrecen un bellísimo paisaje donde los bosques caducifolios se alternan con multitud de pequeñas extensiones de viñedos.

En su vertiente oeste, tenemos como primer punto de referencia el miradoiro de Cabo do Mundo, que nos ofrece una amplísima vista panorámica de este meandro del río Miño.

Descendemos por la estrecha carretera LU-P-5819 hasta la playa fluvial de A Coba, donde podemos darnos un merecido chapuzón en época estival y reponer fuerzas en su magnífico restaurante.


Circulamos pegados a la ribera del Miño, entre bancales de viñedos hasta Belesar, donde cruzamos el rio a través del puente para pasar a la ladera este, para ascender por la LU-P-5819 donde rodaremos y difícilmente nos encontraremos tráfico alguno más allá que el de los viticultores yendo a sus viñedos.





Llegamos a la presa del Encoro Dos Peares para atravesar de nuevo el Miño y dirigirnos al último mirador de esta ruta, el miradoiro de Pesqueiras, situado al borde de la curvilínea N120, donde podremos despedirnos del río Miño y en el monolito existente, honrar a los moteros caídos.


Hablar de la Ribeira Sacra también es hablar de vino y la famosa viticultura heroica como un referente en el mundo del vino, pues su paisaje está marcado por los viñedos plantados en bancales situados en las agrestes laderas de ambos ríos, llamados “socalcos”, convirtiendo la vendimia en una heroicidad.


La D.O. Ribeira Sacra agrupa cerca de un centenar de bodegas en sus 2.500 hectáreas que producen unos caldos de gran calidad y reconocimiento, siendo en los tintos la variedad de uva Mencía la más cultivada y con una menor producción, la variedad de uva Godello para los blancos.

«Esperamos que os despidáis de la Ribeira Sacra con el espíritu en paz tras haber recorrido sus montes mágicos, donde la naturaleza salvaje y la fe conviven en perfecta armonía. Guiados por las orillas del Miño, o bien navegando por los cañones del Sil, descubriréis rincones inaccesibles por tierra donde se esconden auténticas joyas medievales entre los socalcos que hacen de estos parajes un lugar muy cercano al paraíso» (Turismo.gal)




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