Ya estamos en la 4ª edición de este apasionante desafío anual que organizamos en el MC Picnic y que consiste en rodar con nuestras monturas desde el amanecer hasta la puesta sol en el sábado más cercano al solsticio de verano.
La ruta siempre busca transitar por carreteras de segundo y tercer orden por lugares singulares y de gran disfrute motero.
El laborioso proceso de preparación de este desafío ya lo detallé en el artículo dedicado a la 3º edición del Desafío Sol a Sol, por lo que no lo repetiré y si el lector está interesado en conocerlo, puede consultarlo en dicho artículo sito en este blog.
En esta ocasión nos dirigimos en busca del Mare Nostrum y el punto exacto del destino se descubrirá al final del artículo.


El punto de inicio debe ser en un lugar elevado de Madrid, que nos permita una vista despejada hacia levante con el fin de poder recrearse con claridad de la salida del sol; y en esta ocasión el lugar elegido ha sido el parking del estadio Wanda Metropolitano.
Son las 6:30h y ya estamos presentes todos los participantes de esta 4a edición; nos hacemos las obligadas instantáneas con el astro rey a nuestra espalda recién aparecido y ya estamos en condiciones de subirnos a nuestras monturas para comenzar esta apasionante y exigente prueba, pues ya tenemos 26º de temperatura de ambiente y promete no dejar de subir a lo largo del día.

Los primeros kilómetros los recorremos por la autovía A2 para desviarnos hacia Alcalá de Henares e introducirnos por carreteras secundarias que nos van a llevar hacia la Alcarria.

Primer punto de repostaje para aquellas motos con menos autonomía, pues en los 200 próximos kilómetros nos vamos a internar por bosques y serranías donde no vamos a encontrar gasolinera alguna; igualmente aprovechamos para desayunar y cargar las pilas en el conocido bar España en la plaza de Sacedón.

Nos encaminamos hacia la Serranía de Cuenca para ascender desde allí hacia el Alto Tajo; avistamos durante el trayecto diferentes ungulados que aprovechan a pastar en zonas sombrías, llegando a tener un susto que se podía haber convertido en un incidente grave, pues una cierva atraviesa la carretera entre nuestra columna motera y uno de los compañeros la golpea con la rueda delantera con la fortuna de no caer; afortunadamente todo se queda en un desafortunado encontronazo.

A través de estrechas y perdidas carreteras llegamos a la Sierra de Albarracín y los Montes Universales y aparece el problema técnico en una de las motos, posiblemente motivado por las altas temperaturas y que provoca que se pare una de ellas y pasados unos minutos vuelva a arrancar, este problema lo sufrirá varias veces a lo largo de la jornada.
Llegamos al precioso conjunto histórico de Albarracín, que nos recibe con su imponente muralla, donde haremos parada para repostar nuestras motocicletas e hidratarnos convenientemente.

Tomamos dirección sur para recorrer el Paisaje protegido de los Pinares de Rodeno, en cuyo centro de interpretación de Donarque hacemos la reglamentaria parada para el necesario picnic y descansar en la sombría zona de su merendero, que nos protege de las altas temperaturas que estamos sufriendo.


En las últimas decenas de kilómetros nos hemos ido encontrando con multitud de Vespas, que coinciden con nosotros en el centro de interpretación, pues están realizando una ruta organizada por la zona; sin duda un entretenidísimo plan por la Sierra de Albarracín con estas icónicas motos.
De nuevo en marcha, esta vez en dirección a Teruel la cual rodeamos para dirigirnos a la comarca de las Cuencas Mineras, donde nos encontramos con una de las sorpresas de la ruta, la abandonada central térmica de Aliaga, que presenta un aspecto fantasmagórico, pero al mismo tiempo fascinante y que nos cautiva absolutamente a todos los participantes.



Tras un sinfín de curvas llegamos a Ejulve, donde nos detenemos a refrigerarnos abundantemente en el bar La Carretera, pues el fuerte calor continua presente y prepararnos para iniciar el plato fuerte del día, la famosa The Silent Route.
La cada vez más conocida Ruta del Silencio, recientemente ganadora en los Premios Mototurismo en la categoría de mejor ruta nacional, la recorreremos de norte a sur y durante sus 63 apasionantes kilómetros, disfrutaremos enormemente de su trazado y espectaculares paisajes.

Parada obligatoria en el mirador con el monumento a la ruta, con su característica cabra montesa, y que se ha convertido en una foto necesaria que todo motorista debe tener.


Curvas y más curvas hasta encontrarnos con los Órganos de Montoro, impresionante… es la primera palabra que vocalizas dentro del casco mientras admiras semejante monumento natural.
Continuamos ruta para desviarnos brevemente de la carretera principal A-1702 para conocer los túneles de Pitarque, que permiten atravesar los barrancos del rio del mismo nombre.


Nuevamente en la ruta principal ascendemos el puerto de Cuarto Pelado donde termina esta increíble ruta sita en el Maestrazgo.

Siguiente parada en Cantavieja para repostar motos y motoristas, pues el mercurio no da tregua y llegamos a estar con temperaturas de hasta 37º; continuamos recorriendo el Maestrazgo turolense para entrar en la comarca castellonense del mismo nombre.


Ultimas reviradas carreteras de increíble trazado y asfalto, ya en la Comunidad Valenciana, hasta llegar a Alcalá de Xivert donde entramos en la comarca de La Plana para llegar a nuestro destino final, la playera Alcocéber, para ver la puesta de sol junto al Mare Nostrum.



Casi 700 km de ruta, salvo unos 20 km, siempre por reviradas carreteras secundarias, múltiples puertos de montaña, diversidad de paisajes, cinco provincias, cuatro comunidades autónomas… y calor, mucho calor.

Este evento motorista anual que organizamos en el MC Picnic, lo preparamos con mucho tiempo y la máxima ilusión, lo que se traduce en un acontecimiento muy especial en el que estamos todos los participantes contando los días para que llegue y disfrutar en compañía desde el primer hasta el último rayo de luz.
Ya ha empezado la cuenta atrás para la próxima edición en junio de 2023

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