Durante los últimos años han proliferado por todos los rincones de España las pruebas tipo Challenge, que básicamente consisten en eventos motoristas con un recorrido predeterminado pero desconocido para los participantes y con distintos puntos de control a lo largo de la prueba donde es necesario sellar un pasaporte con el fin de completar el evento.
Para realizar estas pruebas es necesario inscribirse previamente y acreditarse ante la organización el día anterior al inicio de la misma; a cambio se recibe un roadbook en papel o bien un track digital con el fin de guiarse a lo largo de la ruta establecida por los organizadores.
Particularmente prefiero la opción del roadbook, pues aporta un carácter más ameno y aventurero a la prueba al ser necesario interpretar las indicaciones y en caso de no hacerlo correctamente te lleva a equivocarte de trazado, de manera similar, salvando las lógicas diferencias, a como lo que sucede en competiciones como el mítico Dakar.

Me considero un veterano en este tipo de eventos, pues he participado en más de 20 Desafíos, Challenge y retos similares y en esta ocasión tocaba participar en la Xtreme Challenge Mérida que se ha desarrollado por Extremadura.
La prueba tenía tres trazados de diferente duración en cuanto a kilometraje, la Rookie, la Pro y la Ultra Xtreme (nuestra elección); para guiarnos por el recorrido seleccionado la organización, al inicio de la prueba y al llegar a cada uno de los respectivos puntos de control, nos proporcionará el track correspondiente al tramo a recorrer; en este caso la navegación se realiza a través de una app de navegación, lo que minimiza las posibilidades de confusión durante la prueba.
Nuestro grupo motero (MC Picnic), habitual de este tipo de eventos motoristas, participaba en esta ocasión con 12 moteros/as.
El sábado 19 de marzo, una vez acreditados y recogida la documentación la tarde anterior, llegamos al punto de partida (Área Harley) sobre las 6:30h para tomar un breve desayuno y prepararnos para comenzar la versión Ultra Xtreme, que se anuncia de más de 600 kilómetros de recorrido.

A esta intempestiva hora ya hay un gran número de motos y motoristas ansiosos de comenzar y tras la foto realizada en el fotocall, iniciamos la ruta en grupo sobre las 7:15h y con la luna llena dando el banderazo de salida.

Durante los primeros kilómetros rodaremos agrupados y junto a otros participantes, pero a lo largo del día nos iremos encontrando con menor tráfico debido a que cada grupo rueda a su ritmo y realiza sus paradas para repostar, refrigerarse y descansar donde considere conveniente.
Pero el colectivo motero es muy solidario y colaborativo y no hay problema para adelantar o dejarse adelantar en función del ritmo que lleve cada cual.
Esta primera etapa de la Challenge se caracteriza por recorrer diferentes embalses y atravesar sus correspondientes presas que pertenecen a la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
A los pocos kilómetros de la salida cruzamos la presa de Alange, para adentrarnos brevemente en Tierra de Barros, la comarca más fértil de Extremadura; seguimos en dirección este para introducirnos en la comarca de La Serena.
Hacemos una primera parada para desayunar de verdad, una riquísima tostada con jamón ibérico de la zona con aceite de oliva, un auténtico manjar que nos va a proporcionar la energía necesaria para comenzar las zonas de curvas que se avecinan.

Llegamos al primer tramo entretenido del día, por una carretera comarcal que nos lleva desde la población de Campanario hasta la presa del embalse de la Serena, el más grande de España y tercero de Europa.
Atravesada la presa, vamos en busca del primer punto de control del día, el castillo de Puebla de Alcocer, ya en la conocida comarca de la Siberia extremeña, donde sellamos el pasaporte y recibimos el nuevo track que nos guiará por la segunda etapa del día.

Desde esta fortaleza del siglo XV, situada en una posición estratégica, nos recreamos con unas increíbles vistas de las tierras tanto de la comarca de la Serena como de la Siberia, así como del inmenso embalse.

Una vez bajado al pueblo, realizamos una parada a repostar pues alguna de las motos tienen autonomía reducida y ya hemos superado los 160 kilómetros de prueba; y primera confusión del día, pues uno de los integrantes del grupo se despista y continua la ruta por su cuenta; algo habitual al ser un grupo numeroso.
Continuamos la prueba bordeando el embalse de la Serena, el cual cruzaremos hasta en tres ocasiones y en una de ellas vamos a hacerlo a través del Cerro Masatrigo, que por su especial ubicación geográfica dentro del propio embalse y por su bella forma cónica, se le conoce como la “rotonda más grande y bonita de España”.
Breve incursión por Ciudad Real para entrar de nuevo a Badajoz, y en dirección norte nos dirigirnos en busca del río Guadiana y al embalse de Puerto Peña, que iremos bordeando hasta llegar a Valdecaballeros, en cuyo polideportivo está ubicado el 2º punto de control y donde haremos parada para comer el ligero tentempié que nos entrega la organización y reintegrar al compañero extraviado.
Ya hemos cumplido la mitad de la Challenge y hemos superado los 320 kilómetros de recorrido.
Comenzamos la tercera etapa de la prueba de 180 kilómetros en dirección norte para entrar en la provincia de Cáceres, sin duda la etapa más atractiva de la jornada y que nos lleva en busca del entorno de Guadalupe y adentrarnos en la comarca de las Villuercas.

Se trata de una de las mejores carreteras de España para disfrutar de la moto, pues cuenta con tres de los mejores atributos moteros que uno busca; buen asfalto, cientos de curvas y bellos paisajes.
Ascendemos hasta el Puerto de San Vicente (Toledo) donde entramos en la comarca de la Jara para recorrer parte de la misma y dirigirnos al puerto de Arrebatacapas, en dirección nuevamente a la Sierra de Guadalupe por una estrecha y retorcida carretera que obliga a extremar la precaución.
Un punto recomendando de la ruta por la organización es la ascensión al Pico Villuercas, que con sus cerca de 1.600 m de altura es la cima accesible por carretera más alta de Extremadura y que nos ofrece unas espectaculares vistas del Geoparque Villuercas – Ibores – Jara desde la abandonada base militar que hay en la cima.


Al iniciar la ascensión, nuestro grupo se parte pues muchos de los integrantes deben ir a repostar sus sedientas monturas a la cercana Guadalupe y nos juntaremos de nuevo en el punto de control al finalizar la 3º etapa.
Esta vez el descenso lo hacemos con sorpresa, pues al poco de iniciar el mismo nos desviaremos por una estrecha pista hormigonada con una sucesión de curvas cerradas con fuerte pendiente que va a poner a prueba la pericia de los motoristas participantes.
Todavía nos quedan unas cuantas curvas por estrechas carreteras sin arcén hasta llegar a Logrosán donde haremos parada para sellar el pasaporte, reagruparnos y recuperar fuerzas, pues esta etapa ha sido la mas exigente con sus 180 kilómetros y centenares de curvas trazadas.

Tras unos primeros muy curvilíneos kilómetros abandonamos las Villuercas en dirección oeste y nos encontramos con un punto de control secreto en el muy motero Bar La Parada; breve parada y emprendemos la marcha en busca de la comarca de la Sierra de Montánchez, famosa por sus ibéricos embutidos.
Recorrida la misma, tomamos dirección sur en busca de la meta, bordeando el Parque Natural de Cornalvo, con sus verdes dehesas repletas de alcornoques y encinas; no me canso de admirar este paisaje de bosque mediterraneo cada vez que vengo a Extremadura.
Llegamos a la meta en el Área Harley a las afueras de Mérida, después de casi 12 horas de prueba y 667 kilómetros de recorridos; cansados pero muy satisfechos con la gran jornada motorista que nos ha preparado la organización.



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