Este apasionante desafío consiste en ver amanecer con las motos preparadas en el punto de inicio acordado, estar rodando en moto durante todas las horas con luz solar y ver anochecer en el punto de destino; parando exclusivamente para avituallarnos tanto pilotos como monturas.
Huelga decirlo pero la ruta ha sido diseñada para transitar por carreteras de segundo y tercer orden por lugares singulares y evitando autovías; se busca la calidad de cada kilómetro de disfrute motero, no se trata de realizar el máximo número de kilómetros en el tiempo disponible.
Realizar un evento de este tipo requiere de la inversión previa de muchas horas de preparación; lo primero de todo es elegir el destino o al menos la zona hacía donde queremos ver la puesta de sol, pues el punto de partida siempre es en los alrededores de Madrid, en un lugar adecuado para reunirnos motos y pilotos y con buena visión para ver salir el sol.
Una vez decidido el destino, empiezo a trabajar en la ruta, para ello empleo mapas específicos de las zonas por donde debe discurrir la ruta para a continuación ir revisando en google maps cada uno de los tramos a realizar; finalmente y después de muchas correcciones, tenemos la ruta definitiva, los puntos de paso, las gasolineras en la ruta (pues es necesario adaptar las paradas para repostar a la autonomía de las motos participantes), los lugares singulares, sitios para avituallarse, etc.
Igualmente dentro del MC Picnic, otros compañeros se encargan de la logística en destinos (hotel, restaurante para la celebración al final del evento, etc.)
Lógicamente aprovechamos el fin de semana más próximo al día de San Juan y al solsticio de verano, pues es el momento del año que más horas de luz solar tenemos a nuestra disposición.
Pero vayamos sin más demora a la crónica del desafío…
No hace falta que suene el despertador, sobre las 5 de la mañana ya no puedo conciliar más el sueño, la mezcla de emoción y nervios me lo impide; ha llegado la hora de ponerse en pié, preparar un café junto con ducha rápida para despejarse, última revisión del equipamiento y nos vamos al tan ansiado 3er Desafío Sol a Sol del MC PicNic.
Antes de llegar al punto de reunión, parada a llenar el depósito y ya en la propia gasolinera nos encontramos con más de una docena de participantes; repostamos y nos dirigimos al punto de salida donde nos juntamos y saludamos efusivamente 16 de los 17 participantes que van a ser de la partida en esta edición.
Realizamos las fotos que atestiguan que el sol está amaneciendo y en torno a las 06:45h ponemos en marcha la caravana motera con el objetivo de rodar hasta la puesta de sol hacia nuestro destino, la asturiana y costera población de Ribadesella.


La larga columna motorista que formamos se dirige con las primeras luces del alba en dirección a la serrana Miraflores de la Sierra para iniciar el ascenso al puerto de la Morcuera, que en esos momentos está sin tráfico como es lógico y cruzamos el valle del Lozoya hacia el puerto de Navafría que en su misma cumbre nos da acceso a la primera de las provincias que cruzaremos, Segovia.
El primer punto de control es en la población de Cantalejo, famosa por sus concentración invernal motera que reúne a miles de aficionados año tras año; paramos a desayunar y se incorpora el 17º integrante de la expedición, que viene desde la cercana Segovia.

Es en este momento donde surge el primer inconveniente del día; una de las motos tiene la rueda trasera en mal estado por desgaste y no va a poder continuar el Desafío a no ser que cambie la misma; un par de rápidas llamadas y asunto resuelto…. encontrado taller y rueda apropiada en Valladolid, lo que obligará al motero afectado a variar su ruta y posteriormente reintegrarse a la expedición motorista.
Nuestro segundo punto de control es en el castillo de Peñafiel, ya en la provincia de Valladolid; parada en el parking exterior del castillo para hacer las fotos y admirar desde las alturas el entorno y la capital de la Ribera del Duero, mundialmente famosa por sus tintos caldos.

De nuevo en ruta para atravesar los campos de Castilla y adentrarnos en la provincia de Palencia, kilómetros y kilómetros del conocido como granero de Castilla, hasta llegar, previo cruce por una de las esclusas del Canal de Castilla a la localidad de Frómista; muy conocida por ser punto obligatorio de parada en el Camino de Santiago y por el espectacular románico palentino que nos ofrece.
Aparcamos junto a iglesia de San Martín de Tours, que admiramos y fotografiamos tanto exterior como interiormente; nos hidratamos y avituallamos y de nuevo en ruta junto con el compañero que nos faltaba por su problema con la rueda y que se ha reincorporado al grupo.


Nos dirigimos en busca de las montañas leonesas, haciendo contacto con las mismas en los puertos de Pando y de Monteviejo, donde aprovechamos para realizar el merecido picnic en una de las áreas habilitadas para el mismo.


Repuestas las energías, llega el momento de acceder a los ansiados Picos de Europa, a los cuales accedemos por el puerto de Pandetrave y continuamos hasta el puerto de Panderrueda, donde hacemos parada en su extenso mirador que nos permite disfrutar de las vistas de las increíbles moles rocosas desde el lado leonés.
Sin duda las vistas desde la vertiente leonesa de los Picos de Europa son espectaculares y nunca te cansas de admirar este macizo montañoso.


Reemprendemos ruta a través del puerto del Pontón en dirección a Oseja de Sajambre y al muy conocido Desfiladero de los Beyos, que nos da acceso por la serpenteante carretera, a través del cauce del río Sella, al Principado de Asturias.



Llegamos a una de las sorpresas de la ruta, la subida a Casielles, el conocido como Stelvio Asturiano, por su 23 curvas de herradura en apenas algo más de 3 kilómetros y con pendientes que llegan a superar el 20% de desnivel, lo que hace que ascender por su estrecha carretera, con grava, hierba que sale de entre las grietas del asfalto y restos orgánicos del ganado vacuno, sea todo un reto.


Pero la ascensión bien merece la pena, a pesar del reducido espacio para aparcar tanta moto junto a la Iglesia de San Juan; hacemos una parada para disfrutar de las increíbles vistas, fotos obligadas y descenso de nuevo al desfiladero.



Entramos en el parque natural de Ponga, para recorrerlo entre sus preciosos bosques de castaños y seguir el bravo curso del río Ponga por una carretera espectacular, bellísima zona, sin duda.
Nos toca ahora dirigirnos al mirador de la Collada, de difícil acceso y que se complica aún más con la presencia de una espesa niebla que impide cualquier tipo de visión de los Picos de Europa desde su vertiente astur y que provoca además, que el grupo se parta y se separe; una verdadera lástima no haber podido disfrutar de las vistas que ofrece este mirador.


Continuamos el curso del río Sella para llegar a Cangas de Onís, pasar junto a su famoso puentón, uno de los símbolos de Asturias; seguimos recorrido hacia Arriondas, localidad famosa por el punto de inicio del mundialmente famoso Descenso del Sella y hacemos parada en su conocido chiringuito motero junto a la ribera del río, donde nos tomamos un merecido refrigerio y nos tomamos un breve descanso.

Ya queda como punto de destino llegar a la costera Ribadesella y su preciosa bahía que forma la ría que da nombre a la población y donde desemboca el río Sella al mar Cantábrico.
La intención era subir al mirador del Fitu y disfrutar de las increíbles vistas 360 que os ofrece, pero el tiempo se nos ha echado encima y corremos serio riesgo de llegar al punto previsto para ver la puesta de sol.
Parada al final del paseo marítimo para colocar las motos y realizar las obligadas fotos al anochecer, que acrediten la finalización del 3er Desafío Sol a Sol 2021.



Aparcamos motos, ducha rápida en el hotel y a degustar de las ricas viandas del mar y de la tierra, convenientemente regadas por las obligatorias botellas de sidrina de esta magnífica tierra que es Asturias.






Han sido muchas horas subidos en las motos por todo tipo de carreteras secundarias y de tercer orden con buen y mal asfalto, grava, baches, cemento rallado, zonas húmedas, malas hierbas que asoman del asfalto… paisajes tan increíbles como dispares, desde los campos castellanos de cereal a las moles calizas de los Picos de Europa, pero siempre con un denominador común, 17 amigos y colegas del MC PicNic que disfrutan rodando juntos y compartiendo esta fantástica afición.
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